Segundo éxodo
Al principio solo se percibe una tenue reverberación contra un fondo de blancura. Luego, de forma gradual, la reverberación aumenta. La niebla empieza a deshacerse, y entre sus jirones asoman retazos de claridad. El perfil de las cosas cobra nitidez. Una fina capa de rocío recubre los árboles y la hierba, prestándoles una cualidad cristalina. Amanece.