Excelente edición de uno de los textos más leídos y reconocidos de la tradición universal de literatura infantil. En particular, El príncipe feliz, ilustrado por Marta Carrasco, se inscribe al interior de un proyecto de editorial Amanuta que busca recuperar algunas de las obras editadas por la colección Cuncuna de Quimantú en los años setenta (este fue el primer momento en que Wilde y Carrasco se encontraron). Una obra de la naturaleza de El príncipe feliz, con su honda preocupación por el sufrimiento y el consuelo, siempre es bienvenida en el mundo de la lectura infantil y juvenil, y sobre todo si es en compañía del trabajo de Marta Carrasco, excepcional artista chilena que logra amplificar fuertemente la dimensión textual del relato de Wilde y generar una serie de nuevas resonancias (sus ilustraciones resultan a la vez lúdicas, clásicas y de trazo simple y dinámico, aspectos que les otorgan un especial atractivo).
Excelente edición de uno de los textos más leídos y reconocidos de la tradición universal de literatura infantil. En particular, El príncipe feliz, ilustrado por Marta Carrasco, se inscribe al interior de un proyecto de editorial Amanuta que busca recuperar algunas de las obras editadas por la colección Cuncuna de Quimantú en los años setenta (este fue el primer momento en que Wilde y Carrasco se encontraron). Una obra de la naturaleza de El príncipe feliz, con su honda preocupación por... Seguir leyendo
El príncipe feliz
En lo más alto de una ciudad, sobre una gran columna, se encontraba la estatua del Príncipe Feliz. Estaba completamente cubierta con delgadas láminas de oro fino; en lugar de ojos, tenía dos brillantes zafiros; y un gran rubí rojo resplandecía en la empuñadura de su espada.
Era muy admirada por todos.
-Es tan hermoso como una veleta comentó uno de los consejeros de la ciudad que deseaba ganarse la reputación de entendido en arte.
-Aunque no es muy útil –agregó, temiendo que la gente lo considerara un hombre poco práctico, porque realmente no lo era.