Miguel Ángel es uno de los artistas más reconocidos del Renacimiento italiano. Pintor, arquitecto y, sobre todo, escultor, tenía una personalidad huraña. Hombre solitario, estuvo dedicado con exclusividad a la creación artística hasta su muerte. A través de sus obras: los frescos de la bóveda de la Capilla Sixtina, las esculturas del rey David, del profeta Moisés, La Piedad... ha conseguido permanecer vivo. En este libro se le puede conocer de cerca, de la mano de un niño que le interroga y le hace revivir tiempos pasados.
Miguel Ángel es uno de los artistas más reconocidos del Renacimiento italiano. Pintor, arquitecto y, sobre todo, escultor, tenía una personalidad huraña. Hombre solitario, estuvo dedicado con exclusividad a la creación artística hasta su muerte. A través de sus obras: los frescos de la bóveda de la Capilla Sixtina, las esculturas del rey David, del profeta Moisés, La Piedad... ha conseguido permanecer vivo. En este libro se le puede conocer de cerca, de la mano de un niño que le interroga y le hace revivir... Seguir leyendo
Ese genio llamado Miguel Ángel
Es la noche de carnaval de 1564. Todos están festejando por las calles. Solo en una casa, en los alrededores de la columna Trajana, retumban golpes. Lentos, regulares, parecen latidos del corazón. Un ancianísimo escultor, encorvado sobre un bloque de mármol, golpea la maza sobre el cincel, mientras murmura: "Con un mar tempestuoso, sobre la frágil barca, mi vida ha llegado al puerto donde se da cuenta de lo que de bueno o malo se ha cumplido...".