Un elefante gris con lunares morados se enamora de una hormiga negra con cintura de avispa y decide seguirla allá donde va: dentro del hormiguero, en un costurero, en el fondo de una botella, en el fondo de una caracola. Los dos son muy diferentes, pero ¡no tiene nada de raro! (tal como nos lo recuerda el autor a lo largo de la historia). La hormiga es cómplice y, para que el elefante no la pierda de vista, ella le escribe: ¡Sígueme! Un cuento acumulativo, recomendable para contar en voz alta, que trasladará al lector a lugares fantásticos, surrealistas, pero ¡no tiene nada de raro! Una historia de amor, sin prejuicios.
Un elefante gris con lunares morados se enamora de una hormiga negra con cintura de avispa y decide seguirla allá donde va: dentro del hormiguero, en un costurero, en el fondo de una botella, en el fondo de una caracola. Los dos son muy diferentes, pero ¡no tiene nada de raro! (tal como nos lo recuerda el autor a lo largo de la historia). La hormiga es cómplice y, para que el elefante no la pierda de vista, ella le escribe: ¡Sígueme! Un cuento acumulativo, recomendable para contar en voz alta, que trasladará al lector a lugares... Seguir leyendo
¡Sígueme!
Había una vez una selva
donde vivía un elefante gordo y gris.
Tenía una trompa larga,
dos orejas enormes,
un rabo pequeño,
cuatro patas cortas...
un elefante gris
con lunares morados
¡que no tenía
nada de raro!
Todas las tardes de primavera,
el elefante se sentaba al borde del camino de las hormigas
para verlas pasar.