Jorge se ha roto el tobillo jugando al fútbol y tiene que estar escayolado durante un mes. Adiós a sus vacaciones en las playas de Levante, donde están sus amigos. Este verano, por recomendación de su abuela, irán a veranear al norte a un hotel donde iban los abuelos. Allí conocerá a Blanca, nieta de la dueña del hotel, quien le revelará un secreto: en uno de los cuadros del hotel está la clave que les llevará a descubrir dónde dejó su bisabuelo unas obras de arte que podrían salvar el hotel y poder quedárselo. Una novela que invita a reflexionar sobre el arte.
Jorge se ha roto el tobillo jugando al fútbol y tiene que estar escayolado durante un mes. Adiós a sus vacaciones en las playas de Levante, donde están sus amigos. Este verano, por recomendación de su abuela, irán a veranear al norte a un hotel donde iban los abuelos. Allí conocerá a Blanca, nieta de la dueña del hotel, quien le revelará un secreto: en uno de los cuadros del hotel está la clave que les llevará a descubrir dónde dejó su bisabuelo unas obras de arte que podrían salvar el... Seguir leyendo
Un hotel en la bahía
Mientras sus padres sacaban el equipaje del maletero, Jorge, apoyado en las muletas, se dedicó a observar con aire desafiante la fachada trasera del hotel Los Miradores. Con sus torrecillas, sus galarías acristaladas y sus aleros de tejas verdes, el edificio habría sido un buen escenario para rodar una pelñicula de terror. De vampiros, o mejor de fantasmas. Jorge pensó que era el lugar perfecto para pasar el peor verano de su vida.