El secreto de la judía
Un hombre, sentado en la única silla de la sala blanquísima, se frota las manos intentando limpiar una inexistente suciedad. Al otro lado de la pared, dos hombres lo observan a través de un falso espejo.
¿Qué pretende quitarse de las manos?
Barro
¿Barro?
Está convencido de haber construido, con barro y como si fuera Dios, un ser al cual dio vida merced a ciertas palabras guardadas en la Cábala.