Greta está segura de que hay un monstruo debajo de su cama, cada noche escuchaba un ruido. Con la ayuda de su madre, pone todos los remedios para que desaparezca, hasta le prepararon un pastel de manzana, con almendras y pasas, y dejaron un trozo enorme junto a la cama. Pero el monstruo no se lo comió. Una noche, Charlie, el monstruo, le contó su historia a Greta. A partir de esa noche, Charlie ya no volvió a dormir debajo de la cama, sino debajo de la manta de Greta. Una historia cotidiana, que suele repetirse cada noche en muchos hogares, da un giro sorprendente y genera un espacio de convivencia y amistad.
Greta está segura de que hay un monstruo debajo de su cama, cada noche escuchaba un ruido. Con la ayuda de su madre, pone todos los remedios para que desaparezca, hasta le prepararon un pastel de manzana, con almendras y pasas, y dejaron un trozo enorme junto a la cama. Pero el monstruo no se lo comió. Una noche, Charlie, el monstruo, le contó su historia a Greta. A partir de esa noche, Charlie ya no volvió a dormir debajo de la cama, sino debajo de la manta de Greta. Una historia cotidiana, que suele repetirse cada noche en muchos hogares, da un giro... Seguir leyendo
El monstruo de debajo de la cama de Greta
-¡Debajo de mi cama hay un monstruo! -gritó Greta, mientras se metía entre las sábanas de su mamá.
Antes, había intentado permanecer tranquila en la cama, arropada con la mantita hasta la nariz para poder dormirse.
"¿Y si el monstruo me atapra por los pies con sus largos y pegajosos dedos?", pensaba Greta, y se hacía más pequeñita.
"¿Y si el monstruo se mete como una sombra por debajo de la manta?", pensaba, y se colocaba la manta un poco más cerca del cuerpo.