Mientras miles de turistas desfilan por la Ciudad Condal y la vida cotidiana parece transcurrir con normalidad, una serie de terroríficos crímenes se están cometiendo en los principales edificios diseñados por Gaudí. Asesinatos relacionados por un extraño nexo común y cuyo hilo de investigación vincula tramas de especulación inmobiliaria y personajes ligados a desmanes urbanísticos. Solo la intervención decisiva del controvertido inspector jefe Jaime, el Calvo, y la casual colaboración de una joven empleada de un supermercado, implicada tras salvar la vida de un anciano, podrán desvelar un misterio que atrapa de principio a fin.
Los autores sitúan a Barcelona, captada con todo su esplendor arquitectónico, en sugerentes ilustraciones, a la altura de otros grandes escenarios de novelas de misterio. La lectura enlaza los apuntes históricos con el frenesí de un enigma sin resolver en forma de ambicioso thriller, con ritmo trepidante y repleto de hallazgos gráficos, a la altura de las mejores series de televisión y los más exquisitos relatos de terror, auspiciado por el editor Ricardo Esteban y prologado por el escritor Javier Sierra.
Mientras miles de turistas desfilan por la Ciudad Condal y la vida cotidiana parece transcurrir con normalidad, una serie de terroríficos crímenes se están cometiendo en los principales edificios diseñados por Gaudí. Asesinatos relacionados por un extraño nexo común y cuyo hilo de investigación vincula tramas de especulación inmobiliaria y personajes ligados a desmanes urbanísticos. Solo la intervención decisiva del controvertido inspector jefe Jaime, el Calvo, y la casual colaboración de una... Seguir leyendo
El fantasma de Gaudí
¿Soy yo el único que puede verlo?
La configuración. El esquema. No no es un esquema. No hay un esquema. Son hitos. Avances.
No. No. Son pasos. Pasos, sí.
Muescas en la pared. Una guía.
¿Sabría desde un principio adónde le llevarían sus pasos? ¿O también estaba atrapado por ese mensaje mucho más grande que todos nosotros?
El mensaje aún está ahí. Sí. Ahogado tras carteles y anuncios y turistas y mierda luminosa. Pero AÚN está ahí.