Andrés es un niño de 7 años que ni por asomo hubiera pensado que sus padres podrían separarse. El día que su padre le dijo que se marchaba de casa él se quedó quieto, mudo, no supo reaccionar. No entendía nada. Y el miedo le envolvió. Miedo a que le dejasen de querer, a que su madre se marchara. Su padre por razones de trabajo se va a Brasil por una temporada y su madre conoce a un señor. Andrés tendrá que aprender a confiar, a querer a otras personas. El tiempo es el que irá marcando la vida, no sirve de nada anticiparse a algo que no se sabe si ocurrirá, le viene a decir su madre. Ricardo Alcántara con gran sensibilidad nos narra cómo se siente un niño cuando sus padres se separan y uno de los progenitores conoce a otra persona, sus sentimientos, dudas y miedos.
Andrés es un niño de 7 años que ni por asomo hubiera pensado que sus padres podrían separarse. El día que su padre le dijo que se marchaba de casa él se quedó quieto, mudo, no supo reaccionar. No entendía nada. Y el miedo le envolvió. Miedo a que le dejasen de querer, a que su madre se marchara. Su padre por razones de trabajo se va a Brasil por una temporada y su madre conoce a un señor. Andrés tendrá que aprender a confiar, a querer a otras personas. El tiempo es el que irá marcando la vida, no... Seguir leyendo
El tiempo dirá
Andrés sabía, pues se lo habían contado sus amigos, que cuando los padres discuten, gritan y se pelean pueden llegar a separarse.
Los suyos jamás discutían, ni se peleaban ni gritaban..., y también se separaron.
Un domingo por la tarde, su padre le dijo:
- Tu madre y yo hemos decidido vivir separados.
Entonces su padre preparó las maletas, le dio un abrazo y se marcho.
Andrés permaneció un buen rato quieto, observando la puerta. Cuando pudo reaccionar, con un hilo de voz, le preguntó a su madre:
-¿Por qué se marcha de casa?