Mucho antes de que Tim Burton esbozara a su chico Ostra o diseñase a Eduardo Manostijeras. Antes de que existiese Max y su ojo submarino o Cole Sear, en el Sexto Sentido, la semilla estaba plantada en la literatura alemana. Los niños germanos ya conocían a Pedro Melenas y la surrealista pandilla de pequeños extraños e irreverentes que componen la antología, niños castigados por una mala conducta, jovencitos endiablados cuyas acciones tienen consecuencias funestas. Concebido originalmente por el doctor Hoffmann como una propuesta para enseñar determinados conceptos a sus hijos a través de historias siniestras y moralizantes, el especialista en LIJ Gustavo Puerta prologa una recomendable edición de la primera versión de este clásico, ampliada con el fascinante e imaginativo trabajo de una nómina de artistas gráficos, (de Odriozola hasta Urberuaga pasando por Barrenetxea); que actualizan y pasan por su personal filtro al personaje, a la vez que idean nuevas historias, políticamente incorrectas, para regocijo de los lectores jóvenes, adultos y ¿niños?
Mucho antes de que Tim Burton esbozara a su chico Ostra o diseñase a Eduardo Manostijeras. Antes de que existiese Max y su ojo submarino o Cole Sear, en el Sexto Sentido, la semilla estaba plantada en la literatura alemana. Los niños germanos ya conocían a Pedro Melenas y la surrealista pandilla de pequeños extraños e irreverentes que componen la antología, niños castigados por una mala conducta, jovencitos endiablados cuyas acciones tienen consecuencias funestas. Concebido... Seguir leyendo
Pedro Melenas y compañía
Por no cortarse las uñas
le crecieron diez pezuñas,
y hace más de un año entero
que no ha visto al peluquero.
¡Qué verguenza! ¡Qué horroroso!
¡Qué niño más cochambroso!