En la puerta de entrada al conjunto de historias que componen "Crónica del Alba", considerada una de las mejores obras escritas en lengua castellana del siglo XX, Sender construye un alter ego mediante el que narra la infancia de Pepe Garcés, segundo nombre y apellido del autor, usando la técnica de la autoficción. Sus diatribas, las complejas relaciones que establece con las personas de su círculo más cercano, las travesuras, la vida escolar, la gestación de la conciencia social e ideas políticas que desarrollará en los capítulos posteriores y, sobre todo, el amor por Valentina constituyen el corpus principal de una obra que no envejece a pesar del paso de los años. El motor de la narración está en la lucha que el protagonista establece contra todos los elementos para consolidar un vinculo que él cree inmortal con la joven, un doloroso proceso amatorio que redime al protagonista por momentos y en el que también es fundamental el papel de Mosén Joaquín. Al mismo tiempo, la novela traza una radiografía ingeniosa de la sociedad española de principios de siglo XX, en donde se vislumbran distintos conflictos que estallarán con posterioridad. Un clásico imprescindible.
En la puerta de entrada al conjunto de historias que componen "Crónica del Alba", considerada una de las mejores obras escritas en lengua castellana del siglo XX, Sender construye un alter ego mediante el que narra la infancia de Pepe Garcés, segundo nombre y apellido del autor, usando la técnica de la autoficción. Sus diatribas, las complejas relaciones que establece con las personas de su círculo más cercano, las travesuras, la vida escolar, la gestación de la conciencia social e ideas políticas que desarrollará... Seguir leyendo
Crónica del Alba
Por primera vez en mi vida, los hombres me limitan el espacio. No pueden mis pies ir a donde irían ni mis manos hacer lo que querrían. Sin embargo, hay una manera de salir de todo esto. Pero no basta con soñar. Hay que escribir. Si escribo mis recuerdos tengo la impresión de que pongo algo material y mecánico en el recuerdo y en el sueño. Voy a comenzar con la época de mi infancia en la que mis recuerdos aparecen articulados. Seguiré hasta contarlo todo, hasta hoy mismo.