Una ardilla andaluza quiere dedicar la melodía que brota de su guitarra al sol, que acompaña fiel a los animales en los despertares de primavera. Pero para montar un buen jaleo flamenco hacen falta más amigos que completen el cuadro y así ofrecer una actuación como el maestro se merece. ¿Qué tal el pájaro carpintero? ¿Y la cigüeña redoblando las palmas? Las mariquitas podrían diseñar una coreografía a la altura. Poco a poco el tablao se va llenando e incluso surgen nuevos invitados. ¿Hasta cuándo durará esta insólita fiesta? Cada plano retrata a un animal y la progresiva suma de artistas que suben al improvisado escenario. Una divertida propuesta, con estructura acumulativa, para introducir a los niños en el mundo del flamenco y, de paso, difundir variados conceptos, desde el respeto por la naturaleza hasta la importancia del trabajo colaborativo.
Una ardilla andaluza quiere dedicar la melodía que brota de su guitarra al sol, que acompaña fiel a los animales en los despertares de primavera. Pero para montar un buen jaleo flamenco hacen falta más amigos que completen el cuadro y así ofrecer una actuación como el maestro se merece. ¿Qué tal el pájaro carpintero? ¿Y la cigüeña redoblando las palmas? Las mariquitas podrían diseñar una coreografía a la altura. Poco a poco el tablao se va llenando e incluso surgen nuevos invitados.... Seguir leyendo
¡Olé!
Una soleada mañana de primavera, muy tempranito, una ardilla andaluza trepó hasta la copa de un fresno llevando su guitarra al hombro.
Una vez recuperó el aliento, la ardilla desenfundó el instrumento y, a continuación, dedicó una elegante reverencia al Sol:
- Va por usted, maestro. ¡Olé!