Casi siempre deseamos aquello que no tenemos sin darnos cuenta del valor de las cosas que atesoramos. A partir de los esquemas narrativos habituales en las fábulas tradicionales, con moraleja incluida, los autores ofrecen una historia basada en este principio, a la que dotan de un ingenioso barniz humorístico. Los protagonistas son una presumida mariposa, esclava de su hermosura y del interminable camino que la lleva de flor en flor, y una vulgar piedra, que se aburre soberanamente (como todo el mundo sabe estos objetos viven así) Ambas deciden intercambiar sus papeles aprovechando la aparición del Duende de las Nubes, que está cansado de escuchar las discusiones del insecto y el pedrusco. Esta experiencia les sirve para apreciar todo aquello que se pierden entre queja y queja. La disposición de los textos alterna la posición vertical y horizontal, y la maquetación juega con los colores de las tipografías, las expresiones de los personajes que pueblan la historia y un collage a base de recortes de viejos periódicos que dotan de mayor encanto a la propuesta.
Casi siempre deseamos aquello que no tenemos sin darnos cuenta del valor de las cosas que atesoramos. A partir de los esquemas narrativos habituales en las fábulas tradicionales, con moraleja incluida, los autores ofrecen una historia basada en este principio, a la que dotan de un ingenioso barniz humorístico. Los protagonistas son una presumida mariposa, esclava de su hermosura y del interminable camino que la lleva de flor en flor, y una vulgar piedra, que se aburre soberanamente (como todo el mundo sabe estos objetos viven así) Ambas deciden intercambiar sus... Seguir leyendo
Fábula de la mariposa y la piedra
Cansada de lucir su colorido aleteo, la mariposa, que era un poco vanidosa, decidió posarse en un tris en la enorme piedra gris y, rimas aparte, buscó su imagen en el río antes de plegar las alas.
El reflejo de las aguas le devolvió, como ella esperaba, toda la magnitud de su belleza.