La ciudad está poblada de casas, pequeños negocios, familias que componen minúsculos universos donde crecen felices niños y niñas con sus respectivas aficiones. Algunas disfrutan construyendo fortalezas en el salón, otros escondidos en sus cabañas secretas en contacto con la naturaleza, algunos leen, todos hacen uso de una desbordante imaginación. Esa armonía, sin embargo, puede resquebrajarse por causas ajenas a la población dependiendo del lugar donde hayas nacido. Las ilustraciones retratan a los pequeños en sus juegos cotidianos reservando la parte final para una estampa que invita a reflexionar: no existe ideología ni justificación que ampare la posibilidad de que un niño crezca en peligro. Un emotivo alegato gráfico a favor de la paz y la concordia entre los pueblos que aboga por inculcar valores como el respeto mutuo o la empatía desde las primeras edades.
La ciudad está poblada de casas, pequeños negocios, familias que componen minúsculos universos donde crecen felices niños y niñas con sus respectivas aficiones. Algunas disfrutan construyendo fortalezas en el salón, otros escondidos en sus cabañas secretas en contacto con la naturaleza, algunos leen, todos hacen uso de una desbordante imaginación. Esa armonía, sin embargo, puede resquebrajarse por causas ajenas a la población dependiendo del lugar donde hayas nacido. Las ilustraciones retratan a los pequeños en... Seguir leyendo
Pequeños mundos
En cuestión de pequeños mundos..., ya se sabe, ¡cada uno tiene el suyo!
Cuando Pablo se quiere aislar, sube a su cabaña. Allí, en su refugio arbóreo, escucha el canto de los pájaros, y el mundo de abajo le parece aún más hermoso.