No es sencillo explicar el ciclo de la vida a los más pequeños de la casa. La historia de Tejón muestra, con sensibilidad y exquisito buen gusto, como la muerte forma parte del camino tanto de los humanos como de los animales. Los achaques y la avanzada edad avisan al protagonista: el final está cerca. No está preocupado ni asustado, pero quiere despedirse de todos sus amigos y agradecer tantos buenos ratos en su compañía. Para ello escribe una carta, antes de partir hacia la Gran Madriguera, que servirá a sus fieles colegas para iniciar una ronda de recuerdos emocionados mediante la que los lectores pueden conocer algunas de las miles de historias que vivieron juntos. Las imágenes aportan calidez al bosque, en pleno invierno, y mitigan la tristeza del momento. Los personajes, animales humanizados sensibles y fieles al protagonista, desfilan a lo largo de la historia mostrando sus peculiaridades y afinidades con el añorado y sabio tasugo.
No es sencillo explicar el ciclo de la vida a los más pequeños de la casa. La historia de Tejón muestra, con sensibilidad y exquisito buen gusto, como la muerte forma parte del camino tanto de los humanos como de los animales. Los achaques y la avanzada edad avisan al protagonista: el final está cerca. No está preocupado ni asustado, pero quiere despedirse de todos sus amigos y agradecer tantos buenos ratos en su compañía. Para ello escribe una carta, antes de partir hacia la Gran Madriguera, que servirá a sus fieles colegas para... Seguir leyendo
Gracias, Tejón
Tejón era un amigo leal, alguien en quien se podía confiar, siempre dispuesto a echarle una mano a uno. Era también muy viejo, y lo sabía casi todo. Tejón era tan viejo que sabñia que pronto tendría que morirse.