Cuando la vida no parece tener sentido surgen nuevas oportunidades para sonreír. La joven protagonista de esta historia comienza su confesión en busca de paz, devastada tras la pérdida de la persona a la que más quería. Trata de recomponer su alma regresando al lugar donde fue feliz, en compañía de otro personaje fundamental en su existencia, la abuela, junto a quien trata de entender por qué el destino le robó a David, su primer gran amor. La primavera esta agonizando, paradójicamente al mismo tiempo que comienza a reparar los hilos de aquellas amistades que quedaron estancadas cuando María fue creciendo. Esa vuelta al ecosistema feliz de otro tiempo ayuda a suturar la herida de forma milagrosa, un proceso que la autora retrata con sensibilidad a través de la relación con Lucas y Clara, imágenes de vida cotidiana con las que demuestra que conoce de cerca los usos y costumbres de buena parte de la adolescencia actual. Pero, como todos sabemos, el camino está lleno de nuevas sorpresas e inconvenientes, a veces provocados de forma inconsciente al dejarnos llevar por los sentimientos...
Cuando la vida no parece tener sentido surgen nuevas oportunidades para sonreír. La joven protagonista de esta historia comienza su confesión en busca de paz, devastada tras la pérdida de la persona a la que más quería. Trata de recomponer su alma regresando al lugar donde fue feliz, en compañía de otro personaje fundamental en su existencia, la abuela, junto a quien trata de entender por qué el destino le robó a David, su primer gran amor. La primavera esta agonizando, paradójicamente al mismo tiempo que... Seguir leyendo
Contando nubes
La abuela se acerca al sofá en el que he aparcado mi maltrecho cuerpo toda la tarde. Me mira con esa mirada suya, tan dulce, tan compasiva, toda ella hecha de tristeza y de preocupación.