Ha llegado la primavera, un momento excelente para saborear los manjares que se hornean en la más hermosa, deliciosa y tentadora pastelería de Oldón de Arriba. El aire nuevo transporta el aroma que brota del local a todos los rincones del pueblo. En su interior trabajan duro, desde los primeros rayos de sol, el señor y la señora Prim. A pesar de la exigencia de esta labor artesana, las horas juntos, cocinando, tal vez son las mejores del día. Sin embargo nuestra protagonista no está especialmente contenta en este arranque del tiempo de las flores. Su marido, atento a los sentimientos, le regala una caja que contiene una especialidad que transformará la línea de producción del establecimiento e incluso su relación con los vecinos. Se trata de los formidables Bombones Especiales Prim. ¿Qué extraña receta ha sido aplicada a este producto “revolucionario”? El relato nos conduce, siempre entre exquisitos olores y texturas, a una reflexión, la misma que se plantean los habitantes del pueblo que tanto aprecia los dulces de este viejo establecimiento: ¿habrán dejado de fabricarse para siempre los sabrosos e inimitables pasteles de toda la vida? Poético y cargado de sensibilidad, el álbum contiene imágenes tiernas y atractivas de los componentes de la familia, y retrata la bonita relación entre los dueños del local, en un texto lleno de matices que se presta a una sesión de narración oral con aromas de antaño.
Ha llegado la primavera, un momento excelente para saborear los manjares que se hornean en la más hermosa, deliciosa y tentadora pastelería de Oldón de Arriba. El aire nuevo transporta el aroma que brota del local a todos los rincones del pueblo. En su interior trabajan duro, desde los primeros rayos de sol, el señor y la señora Prim. A pesar de la exigencia de esta labor artesana, las horas juntos, cocinando, tal vez son las mejores del día. Sin embargo nuestra protagonista no está especialmente contenta en este arranque del tiempo de... Seguir leyendo
Prímula Prim
El señor Prim abrió los ojos aquella mañana y descubrió que Prímula Prim, su esposa, ya se había levantado.
- ¿Dónde estará?- se preguntó, extendiendo la mano y notando que a su lado de la cama aún estaba tíbio.
En ese momento, escuchó un resoplido y al incorporarse vio a Prímula, en camisón