Campoamor lo esbozó, hace muchos años, en sus versos: “Nada hay verdad ni mentira: / todo es según el color / del cristal con que se mira”. Cuando Guille se asoma a la ventana no encuentra motivos para pensar que pueda ser el comienzo de un buen día. Sin embargo la perra Lúa está disfrutando de la jornada desde sus primeros compases. La misma visión dual de la vida cotidiana tienen papá, unas moscas, mamá, Vera, Minino y hasta una araña que cuelga del techo. Gracias a los sencillos, pero efectivos, troqueles, los lectores pueden jugar a intercambiar sus pareceres sobre cómo irá evolucionando la historia. Un ejercicio empático en el que el punto de vista de los niños forma parte indisoluble de la trama, representada con imágenes coloristas y de trazos geométricos, muy atractivas para los pequeños lectores. Para comentar y leer en la mejor compañía…
Campoamor lo esbozó, hace muchos años, en sus versos: “Nada hay verdad ni mentira: / todo es según el color / del cristal con que se mira”. Cuando Guille se asoma a la ventana no encuentra motivos para pensar que pueda ser el comienzo de un buen día. Sin embargo la perra Lúa está disfrutando de la jornada desde sus primeros compases. La misma visión dual de la vida cotidiana tienen papá, unas moscas, mamá, Vera, Minino y hasta una araña que cuelga del techo. Gracias a los sencillos, pero... Seguir leyendo
¿Y tú, qué crees?
Guille cree que hoy es un mal día.
Lúa cree que hoy es un gran día.
Papá cree que tiene mala suerte.
Las moscas creen que tienen muy buena suerte.