El pequeño pájaro vive atormentado por el miedo que le provocan sus compañeros de jaula y el dueño de la misma. Pero cuervos, gaviotas ni buitres llegan a la altura de los temores que infundirán en él las vivencias que va a desarrollar en la ciudad. Escondido en la alcantarilla intenta sobrevivir a la dureza del nuevo hábitat, asustado ahora por las ratas, el paso veloz de los neumáticos y los humanos, que en su imparable carrera contra el tiempo apenas reparan en sus intentos por emprender el vuelo. El calor y el cobijo llegan de la mano de una encantadora niña que sabe dar el cariño necesario a un animal tan perdido como el protagonista. Un texto sencillo y efectivo (puede convertirse en su “primera novela”); que destila delicadeza y en el que se esbozan valores humanos elogiables. Al son del relato descubrimos las tiernas ilustraciones, trazadas en primeros planos que muestran la desazón del gorrión, la milagrosa aparición de la pequeña y el nuevo y particular “hogar” en el que pasará sus días el personaje principal.

El pequeño pájaro vive atormentado por el miedo que le provocan sus compañeros de jaula y el dueño de la misma. Pero cuervos, gaviotas ni buitres llegan a la altura de los temores que infundirán en él las vivencias que va a desarrollar en la ciudad. Escondido en la alcantarilla intenta sobrevivir a la dureza del nuevo hábitat, asustado ahora por las ratas, el paso veloz de los neumáticos y los humanos, que en su imparable carrera contra el tiempo apenas reparan en sus intentos por emprender el vuelo. El... Seguir leyendo