Todos, alguna vez, perdemos los papeles y nos enfadamos. Da igual que tengamos un carácter sosegado, que seamos conscientes de que no conduce a nada más que a sentirnos aún peor. Es una característica común a los humanos, e incluso hasta el perro de la protagonista puede pasar por ese trance. Pero las cosas pueden cambiar con un invento que promete revolucionar las relaciones personales y eliminar, de una vez por todas, el egoísmo y el mal humor… ¿Te atreves a descubrir de qué se trata? Los autores sondean en el conflicto y en las formas saludables de afrontar el mismo aportando una posible vacuna: esbozar una sonrisa. Las ilustraciones, firmadas por el incombustible Emilio Urberuaga fiel al estilo de trazo limpio que ha creado escuela, muestran las diferentes etapas del enfado, desde las causas más habituales en la infancia hasta los sentimientos que provoca ese desasosiego temporal, tan poco fructífero, tanto en los niños como en los mayores. El texto, del prolífico escritor y guionista barcelonés Jaume Copons, es ideal para leer en compañía y sonreír con el ingenioso troquel final que invita a participar activamente a los más pequeños de la casa en el desenlace de la narración.
Todos, alguna vez, perdemos los papeles y nos enfadamos. Da igual que tengamos un carácter sosegado, que seamos conscientes de que no conduce a nada más que a sentirnos aún peor. Es una característica común a los humanos, e incluso hasta el perro de la protagonista puede pasar por ese trance. Pero las cosas pueden cambiar con un invento que promete revolucionar las relaciones personales y eliminar, de una vez por todas, el egoísmo y el mal humor… ¿Te atreves a descubrir de qué se trata? Los... Seguir leyendo
Todo lo que sé cuando me enfado
Yo me enfadaba mucho...
¡Pero mucho, mucho, mucho!
Me enfadaba, entre otras cosas,
porque no me compraban
lo que quería.
También me enfadaba,
porque no me dejaban salir de casa
vestida como a mí me apetecía.
- ¡NO!