El veterano dibujante Frato, en el cariñoso prólogo que ha dedicado, describe la colección de historietas de Miguel Tanco como “poemas dibujados”. Creemos que la visión del emblemático artista italiano no está desencaminada. Cada composición (habitualmente dispuesta en menos de cuatro viñetas en formato horizontal); captura un momento de realidad cotidiana en la infancia que pone en valor la imaginación, la libertad, felicidad y espíritu de aventura que reinan, generalmente, en esos maravillosos años; también la picaresca y los enfados, todo ello regado con el mejor humor (y algunos guiños al mundo del cine con los epígrafes que dan título a cada apartado). Con especial atención a la relación de los protagonistas –los niños/as-; con la naturaleza y con los animales, los trazos sencillos del ilustrador extremeño evocan, por la limpieza y máxima expresividad en pocos esbozos, a grandes genios de la LIJ ya retirados, como Sempé, o en activo, como Emilio Urberuaga, por citar algunos ejemplos. Como demuestran las simpáticas secuencias que componen el álbum, no hacen falta palabras para describir periodos tan evocadores como el que se retrata.

El veterano dibujante Frato, en el cariñoso prólogo que ha dedicado, describe la colección de historietas de Miguel Tanco como “poemas dibujados”. Creemos que la visión del emblemático artista italiano no está desencaminada. Cada composición (habitualmente dispuesta en menos de cuatro viñetas en formato horizontal); captura un momento de realidad cotidiana en la infancia que pone en valor la imaginación, la libertad, felicidad y... Seguir leyendo