Nathan Cadwell, un pillastre algo “desorientado”, sobrevive a un ajuste de cuentas. En su huida, a través de los bosques de Bahreal, se topa con un personaje sorprendente (¿será una volken?) que, de nuevo, vuelve a salvar al joven de otro aprieto. Juntos forjan una amistad, por encima de dificultades idiomáticas, a prueba de todo tipo de sucesos. A medida que avanza la historia el propio Nathan es consciente de que el futuro de Nada, el mundo fantástico en el que está ambientado este cómic, depende en buena medida del acierto de la pareja en sus próximas decisiones, ya que un pérfido y oscuro poder se cierne sobre sus fronteras, aires malignos que podrían desencadenar una guerra terriblemente destructiva. Pero el mundo (tanto humanos como hadas y almas) quiere paz, y la unión de la gente de bien puede obtener excelentes frutos. Las autoras componen un productivo y creativo dueto, ambas se hacen cargo de textos e imágenes (los personajes diseñados por Alejandra Green y los fondos por Fanny Rodriguez); un trabajo complementario sobre cuyo desarrollo podemos conocer más en las últimas páginas (bocetos, ideas iniciales, sketchbook…) El apartado gráfico tiene una estética propia de la animación informatizada en 2D ya que las aventuras comenzaron siendo un webcomic que, tras el éxito obtenido, ahora se convierte en una novela gráfica muy imaginativa, ideal para lectores aficionados/as a la literatura fantástica de más de nueve años. Igualmente se aprecian influencias del mundo de los videojuegos, especialmente de títulos emblemáticos como Zelda.
Nathan Cadwell, un pillastre algo “desorientado”, sobrevive a un ajuste de cuentas. En su huida, a través de los bosques de Bahreal, se topa con un personaje sorprendente (¿será una volken?) que, de nuevo, vuelve a salvar al joven de otro aprieto. Juntos forjan una amistad, por encima de dificultades idiomáticas, a prueba de todo tipo de sucesos. A medida que avanza la historia el propio Nathan es consciente de que el futuro de Nada, el mundo fantástico en el que está ambientado este... Seguir leyendo
Historias Fantásticas de Nada
Las diosas nos dieron vida y Nada.
Un lugar que siempre dimos por sentado a lo largo de los siglos.
Nuestras guerras constantes lo convirtieron en una tierra hostil en la que nada crecía.
Asi que imploramos perdón a las estrellas. Pero el cielo nocturno guardó silencio.
Hasta la noche funesta en que una estrella cayó del cielo.