Tras el éxito apabullante de las tres primeras aventuras de Manolito Gafotas, y casi al mismo tiempo que le concedían el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, la escritora gaditana mantuvo su producción literaria orientada a pequeños lectores con la colección de cuentos protagonizados por Olivia, una niña a la que conocemos de cerca a través de sus andanzas cotidianas, jalonada de vivencias y situaciones con las que todos los lectores de parecida edad, seguramente, se sentirán identificados. Aquellas aventuras, cándidas, irónicas y divertidas, acompañaron en su crecimiento a muchos adultos de hoy que ahora pueden volver a títulos ya inolvidables (para su propio disfrute o el de las nuevas generaciones); gracias a la nueva versión que los autores proponen. En un formato un poco más grande que el original y aderezada con una imagen editorial más atractiva y sencilla, SM recupera la colección completa formada por Olivia y la carta a los Reyes Magos, La abuela de Olivia se ha perdido, Olivia no quiere ir al colegio, Olivia no sabe perder, Olivia tiene cosas que hacer, Olivia y el fantasma y la presente entrega, publicada originalmente en 1997, que muestra el recelo y la pereza que la protagonista tiene al momento del baño, ideas que se desvanecen a medida que va disfrutando de los juegos en el agua y, especialmente, de los recuerdos compartidos por su madre sobre ese hábito imprescindible para la buena higiene diaria. Las ilustraciones llevan la marca inconfundible del genial artista que ha acompañado en el éxito la mayor parte de los proyectos que Elvira Lindo ha realizado en el ámbito de la LIJ, Emilio Urberuaga.
Tras el éxito apabullante de las tres primeras aventuras de Manolito Gafotas, y casi al mismo tiempo que le concedían el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, la escritora gaditana mantuvo su producción literaria orientada a pequeños lectores con la colección de cuentos protagonizados por Olivia, una niña a la que conocemos de cerca a través de sus andanzas... Seguir leyendo
Olivia no quiere bañarse
Olivia no quiere bañarse.
"¿Por qué tengo que bañarme todos los días?".
Ella piensa que es suficiente con una vez a la semana. No. Mejor, una vez al mes.
Sentarse a la bañera a jugar un rato no está mal.