Los artistas portugueses Bernardo P. Carvalho e Isabel Minhós siempre se han caracterizado por embarcarse en proyectos muy originales, en los que emplean una gran variedad de técnicas pero siempre fieles a un estilo muy reconocible. Conseguir ese sello de calidad constante es algo complicado y que merece todos los elogios, y es algo que vuelven a lograr en este almanaque atemporal que sigue el ritmo del calendario natural de nuestro entorno. Si sabemos emplear a fondo los sentidos observaremos los cambios en las especies y hábitats que se producen en cada estación, con la posibilidad de aceptar el desafío de llevar a cabo las excursiones y "ejercicios" que se proponen para cada momento del año. A través de cuatro tintas se despliega un amplio catálogo de acciones cotidianas en comunión con la naturaleza, desde la cuarta semana de diciembre hasta el amanecer durante el solsticio de invierno del año siguiente. Montajes fotográficos y dibujos que detallan el devenir de pequeños y grandes animales, los movimientos celestes, secretos del bosque y una colección de sugerencias concretas para visitar hábitats destacados en la península ibérica, además de invitaciones al lector para integrar en la agenda sus dibujos e ideas en los espacios destinados a ello... Una original selección de contenidos para disfrutar del medio ambiente todo el año en el que ningún dato escapa a la rigurosidad científica, para lo que la editorial ha contado con asesores cualificados en los campos de la Astronomía, Geología, Entomología o Meteorología, además de una supervisión general a cargo de las biólogas Maria Ana Peixe y Inês Teixeira.
Los artistas portugueses Bernardo P. Carvalho e Isabel Minhós siempre se han caracterizado por embarcarse en proyectos muy originales, en los que emplean una gran variedad de técnicas pero siempre fieles a un estilo muy reconocible. Conseguir ese sello de calidad constante es algo complicado y que merece todos los elogios, y es algo que vuelven a lograr en... Seguir leyendo
Un año entero
Un año entero
Poco importa si hablamos de aves, peces, mariposas, anfíbios, flores o sequoias: el cambio forma parte de nuestra naturaleza. ¡Hasta las piedras cambian! Cuando los ecosistemas están en equilibrio, las plantas, los animales y los paisajes se transforman. Y eso es lo deseable. Sucede cada mes, sucede a lo largo de las cuatro estaciones del año, sucede cada uno de los 365 días que la Tierra tarda en dar una vuelta completa alrededor del Sol.