La autora de series tan exitosas como Pepa Guindilla, Familia a la fuga o Las aventuras de Alfred y Agatha, entre otros títulos, realiza una incursión en el mundo del cómic guionizando esta colección de aventuras protagonizadas por un niño que no se resigna "solo" a disfrutar de las mejores historias y decide vivirlas en primera persona en su entorno cotidiano. Aunque podría considerarse también un libro ilustrado, la secuenciación a base de elementos propios del lenguaje del noveno arte, con una disposición de las escenas a página completa sin encuadres de viñetas (en una edición claramente orientada a los lectores que están empezando a disfrutar de este formato); parecen definir mejor el proyecto en esos parámetros. Acompañamos al valiente protagonista en sus desafíos en dos capítulos, en el primero el objetivo es hallar una pulsera que ha perdido su madre, una acción que permitirá labrarse un nombre como aventurero en la que hace frente a una sorprendente y peculiar tribu -que habita en casi todas las casas-; es posible que sus cabecillas sean los culpables de que la joya permanezca en sus dominios. En la segunda aventura debe superar el conflicto con sus temibles tías, Julia, Pepi y Rosita, divertidas por separado pero que se transforman en el monstruo de los mil tentáculos cuando unen sus fuerzas en una misma visita. Humor a raudales e ilustraciones caricaturescas, realizadas íntegramente mediante procesos digitales, a cargo del artista valenciano Álex Alonso, que ya fue responsable del proyecto gráfico en algunos de los títulos citados con anterioridad.
La autora de series tan exitosas como Pepa Guindilla, Familia a la fuga o Las aventuras de Alfred y Agatha, entre otros títulos, realiza una incursión en el mundo del cómic guionizando esta colección de aventuras protagonizadas por un niño que no se resigna "solo" a disfrutar de las mejores historias y decide vivirlas en primera persona en su entorno cotidiano. Aunque... Seguir leyendo
Aventura Rodríguez. En busca de la joya perdida
Soy un flipado de la vida. Si un día entraras en mi cuarto... ¡sabrías que es el mío!
Me gusta rodearme de historias. Pero, ¡eh!
No solo colecciono aventuras.
¡También me gusta vivirlas!