Vicente, el ratón, lleva siempre su casa a cuestas. Un hogar abierto a todos los animales que comparten sus sentimientos con el protagonista. El troquel sirve como hilo conductor para ir conociendo a esos invitados que, a pesar de las limitaciones que ofrece el cobijo, deciden unirse a una nueva y particular familia. Por mucho que parezca en realidad es mucho más grande de lo que aparenta. Entre sus paredes conviven ranas, gatos, erizos, tejones, zorros, ciervos... En definitiva todo aquel que decida vivir en armonía con el resto de hermanos del bosque. Y cuando el comedor está lleno, punto de inflexión en el que el libro ilustrado ofrece una doble página desplegable, la aparición del temible y hambriento oso no impide que la paz siga reinando entre los personajes, desmontando prejuicios y permitiendo al roedor mantener la fidelidad a sus principios: su casa es la casa de todos. Un hogar portátil y atractivo para los pequeños lectores, que disfrutarán con este cuento en la mejor compañía al ritmo de divertidas ilustraciones, fruto de la combinación de varias técnicas, y de la arquitectura en papel creada por Isabelle Arsenault, quien atesora hasta el momento una carrera jalonada de excelentes trabajos.
Vicente, el ratón, lleva siempre su casa a cuestas. Un hogar abierto a todos los animales que comparten sus sentimientos con el protagonista. El troquel sirve como hilo conductor para ir conociendo a esos invitados que, a pesar de las limitaciones que ofrece el cobijo, deciden unirse a una nueva y particular familia. Por mucho que parezca en realidad es mucho más grande de lo que aparenta. Entre sus paredes conviven ranas, gatos, erizos, tejones, zorros, ciervos... En definitiva todo aquel que decida vivir en armonía con el resto de... Seguir leyendo
La casita del ratón
Vicente era un ratón con botas en los pies,
un sombrero en la cabeza y una casa en la espalda.
Había viajado mucho y había vivido en muchas partes,
pero hoy Vicente quería vivir aquí, porque sabía
que aquí era donde tenía que vivir.