El señor Hurón recibe una gran sorpresa al comprar el desayuno. Amablemente le regalan una bonita planta de fresas y unas semillas. Rápidamente se pone manos a la obra con la huerta (ayudado, con poca pasión, por el amigo conejo); tras unos días de espera y continuo trabajo, al menos en compañía, comienzan a brotar los rabanitos. Sin embargo, justo en la noche previa a la previsible cena especial, el hambre del coprotagonista tira por tierra todas las esperanzas del gran manjar compartido. Y, por si fuera poco, nadie reivindica las fechorías, que generan un nuevo y largo compás de espera en el que, de nuevo, es víctima de un "ataque" por parte del hambriento compañero. La bondad del anfitrión no tiene límites y se traduce en un final, suculento, en el que los lectores comprenden la grandeza de compartir lo que se tiene. La historia está compuesta con rimas consonantes y en letras mayúsculas, lo que favorece la progresión en la autonomía lectora de los más pequeños que, sin duda, caerán rendidos a la generosidad del simpático animal humanizado y las ilustraciones, amables y divertidas, de Marije Tolman.
El señor Hurón recibe una gran sorpresa al comprar el desayuno. Amablemente le regalan una bonita planta de fresas y unas semillas. Rápidamente se pone manos a la obra con la huerta (ayudado, con poca pasión, por el amigo conejo); tras unos días de espera y continuo trabajo, al menos en compañía, comienzan a brotar los rabanitos. Sin embargo, justo en la noche previa a la previsible cena especial, el hambre del coprotagonista tira por tierra todas las esperanzas del gran manjar compartido. Y, por si fuera... Seguir leyendo
La huerta del señor Hurón y don Conejo
EL SEÑOR HURÓN SALUDA AL NUEVO DÍA.
- HOLA RAMA, HOLA ÁRBOL.
HOLA FLOR Y HOLA CARACOL.
HOLA LUZ DEL SOL.
HOLA BRILLO AMARILLO.
HOLA TEJAS ROJAS.
HOLA VERDES HOJAS.
HOLA ROPA AL VIENTO.
¡HOLA DON CONEJO!