El arenero, un lugar en el que se pasan muchas horas durante la infancia, un escenario lúdico que ayuda, sin duda, a cimentar la imaginación de los niños. Cada mañana, cada tarde, los pequeños sueñan, por ejemplo, que serán de mayores, imitando las escenas asociadas a esas profesiones, practicando deportes... Incluso cocinando alimentos. Un pequeño homenaje a este espacio de diversión en el que podemos observar, como sin duda ha hecho Lucía Serrano, que fiel a su estilo gráfico retrata las escenas con brillantez y buen humor, para apoyar la sencilla, pero efectiva, narrativa del psicólogo y escritor Ilan Brenman. La propuesta, editada en mayúscula para facilitar la lectura a los pequeños que están dando sus primeros pasos y ganando en autonomía, respeta -como siempre, en estos casos-; la tipología habitual en este tipo de proyectos (puntas romas, papel de buen gramaje, manejabilidad y dimensiones reducidas...)

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El arenero, un lugar en el que se pasan muchas horas durante la infancia, un escenario lúdico que ayuda, sin duda, a cimentar la imaginación de los niños. Cada mañana, cada tarde, los pequeños sueñan, por ejemplo, que serán de mayores, imitando las escenas asociadas a esas profesiones, practicando deportes... Incluso cocinando alimentos. Un pequeño homenaje a este espacio de diversión en el que podemos observar, como sin duda ha hecho Lucía Serrano, que fiel a su estilo gráfico... Seguir leyendo