Mihail augura que tendrá, más o menos, un verano feliz. Juega con los Legos, acude a la biblioteca a por cómics... pero pasa demasiado tiempo solo y echa de menos su vida anterior en Rumanía. Lleva mucho peor eso que no tener videoconsola, no poder ir a la playa o hacer otras cosas que la situación económica que vive junto a su madre, que trabaja de sol a sol para llevar el sustento a la casa, no le permiten. En su bloque reside Pepe, un huraño vecino con el que han tenido algún pequeño conflicto por mojar, accidentalmente, la ropa de su tendedero. En una ocasión en la que el pequeño se olvida las llaves se producirá un inesperado acercamiento a través del cual liman asperezas y desechan estereotipos y prejuicios que habían establecido. Será la primera piedra para que la soledad se transforme en oportunidades, fraguando algunas amistades y afectos que no estaban previstos en el guion estival. Los principales pasajes de esos días que cambiaron la vida del protagonista están dibujados, a página completa y en grafito, por el artista barcelonés David Granados.
Mihail augura que tendrá, más o menos, un verano feliz. Juega con los Legos, acude a la biblioteca a por cómics... pero pasa demasiado tiempo solo y echa de menos su vida anterior en Rumanía. Lleva mucho peor eso que no tener videoconsola, no poder ir a la playa o hacer otras cosas que la situación económica que vive junto a su madre, que trabaja de sol a sol para llevar el sustento a la casa, no le permiten. En su bloque reside Pepe, un huraño vecino con el que han tenido algún pequeño conflicto... Seguir leyendo
El verano que cambió la vida de Mihail
Mihail Constantin vive con su madre en el número 19 de la plaza del Paraíso. En el cuarto derecha. Tiene once años y vino de Rumanía a principios de curso.
Es un niño raro, dicen los que le conocen. Los que creen conocerlo. Vamos, los que no le conocen de nada. Callado, eso dicen, también.
¿Triste? Sí, incluso algo triste, opinan unos cuantos. Pero no, no lo es.
Mihail, simplemente, echa de menos la otra vida, la que tenía en Rumanía. Echa de menos a todos sus amigos. A sus primos. A su única tía.
¿A su padre? No, a su padre no. Pero sobre este tema no quiere hablar. Nunca habla de esto con nadie