Cuéntamelo de nuevo
Con mi padre cualquier cosa es posible y apenas me extrañó el que, tras llegar al aeropuerto, no nos dirigiésemos a la ciudad sino en sentido opuesto. Y no en un taxi sino en la camioneta-trasto de Christian, un viejo al que los ojos se le pierden entre las arrugas provocadas por una gran sonrisa de la que sale un fuerte acento: «Jola Maurra. Tu patre me ha jablato mucxo de ti».