El libro primero de "la historia de los estafadores de la ciudad pantano" es un bizarro ejercicio imaginativo que plantea una distopía en parámetros poco explorados. Desde el prólogo asistimos a un imaginativo relato poblado de detalles y urdimbres oscuras y "mugrientas" que conducen a los protagonistas por una laberíntica y poco deseable realidad. La pareja de antihéroes, dos hermanos, quiere establecer un negocio de yogur y, como tantos otros, aspira a progresar pero el escenario que encuentran al final del camino, trufado de imágenes desazonadoras, dista mucho de ser idílico. La nueva tierra es yerma, solo rica en personajes del hampa (estafadores, siniestros comerciantes...); y se teme la aparición inminente de una pandemia. de villanos, engañadores y estafadores, e incluso existe la posibilidad de una epidemia. El epílogo, desgarrador y desagradable, deja, sin embargo, la serie en un punto álgido. Tal y como comenta Pat Grant en las notas a pie de página, el proyecto surgió en la casa de uno de los grandes del cómic contemporáneo, Craig Thompson, y los personajes y escenarios, que fusionan el estilo underground con el humor caricaturesco, han contado con el trabajo de Fionn McCabe para generar la particular paleta de tonalidades con la que ha sido concebida la novela gráfica, un ejemplo del buen trabajo que se desarrolla también, en este lenguaje, en la lejana Australia.

El libro primero de "la historia de los estafadores de la ciudad pantano" es un bizarro ejercicio imaginativo que plantea una distopía en parámetros poco explorados. Desde el prólogo asistimos a un imaginativo relato poblado de detalles y urdimbres oscuras y "mugrientas" que conducen a los protagonistas por una laberíntica y poco deseable realidad. La pareja de antihéroes, dos hermanos, quiere establecer un negocio de yogur y, como tantos otros, aspira a progresar pero el escenario que encuentran al... Seguir leyendo