Curiosa metáfora la que propone este libro para referirse a la importancia de tener opiniones propias y no creerse la imagen que otros dan de uno mismo. El espejo mágico del cuento refleja la realidad de lo que acontece en el reino mientras el príncipe no presta atención a las lisonjas interesadas de sus ministros. Pero un día, el príncipe se deja atraer por la adulación y comienza a crecer e hincharse de tal manera que su gigantesco cuerpo tapa todo lo que antes veía en el espejo. Curiosa metáfora la que propone este libro para referirse a la importancia de tener opiniones propias y no creerse la imagen que otros dan de uno mismo. El espejo mágico del cuento refleja la realidad de lo que acontece en el reino mientras el príncipe no presta atención a las lisonjas interesadas de sus ministros. Pero un día, el príncipe se deja atraer por la adulación y comienza a crecer e hincharse de tal manera que su gigantesco cuerpo tapa todo lo que antes veía en el espejo.

El príncipe y el espejo

Érase una vez un pequeño príncipe que vivía en un palacio muy grande. En el gran palacio todas las habitaciones eran inmensas. El salón del trono, la biblioteca, la cocina, el comedor... En una de esas inmensas habitaciones dormía el Pequeño Príncipe, en una cama también inmensa. Todas las mañanas los ministros del reino iban a despertarlo y después le ayudaban a vestirse.