Con la llegada de la primavera, resuena el zumbido de las abejas en la colmena. Frenéticas en su labor cotidiana, los veintiún días precisos en nacer han pasado deprisa y cada una se sitúa en una celdilla diferente centrada en su cometido. Las más pequeñas para las obreras y los zánganos, la más espaciosa para la reina. Su crecimiento se extenderá a lo largo de tiempos variables, y las labores también evolucionarán, en función de los días que lleven en el interior del enjambre. La segregación de la jalea real, el transporte del polen, las tareas de la nodriza o de las pecoreadoras... Todos los procesos están convenientemente explicados mediante el formato diario, firmado por insectos con nombre propio, abejas humanizadas que comparten sus emociones y percepciones cotidianas sobre el intenso trabajo que conlleva la producción de miel, permitiendo incluso conocer los secretos del particular lenguaje con el que se comunican y el final al que todas están avocadas con la llegada del invierno. Un simpático acercamiento a la apicultura con explicaciones sencillas y rigurosamente documentadas sobre el proceso de polinización que realizan estos insectos para que los lectores conozcan, desde pequeños, el infatigable trabajo de estos populares (al mismo tiempo que temidos), himenópteros.

Con la llegada de la primavera, resuena el zumbido de las abejas en la colmena. Frenéticas en su labor cotidiana, los veintiún días precisos en nacer han pasado deprisa y cada una se sitúa en una celdilla diferente centrada en su cometido. Las más pequeñas para las obreras y los zánganos, la más espaciosa para la reina. Su crecimiento se extenderá a lo largo de tiempos variables, y las labores también evolucionarán, en función de los días que lleven en el interior del... Seguir leyendo