Castor, Rana, Topo, Ardilla, Luciérnaga y Lobezno han sido invitados al cumpleaños de la liebre. Para corresponder a esta gentileza, elaboran juntos un pastel gigante de higos y ortigas, con topping de olivas, pero llevar el regalo a la fiesta y disfrutar en ella de la mejor compañía implica realizar una travesía no exenta de riesgos y peligros, para la que es necesario tener bien afilados todos los sentidos. Gracias a las habilidades que poseen cada uno, descritas en la obertura del cuento, irán solventando los retos, los propios de un sendero que atraviesa fascinantes espacios naturales. La actitud es muy positiva, pero, ¿conseguirán llegar a tiempo, sanos y salvos, al convite? A pesar de algunas actitudes de riesgo e inesperados incidentes, el grupo recorre una larga senda en la que, además, podemos encontrar algunos objetos perdidos. Meritxell Martí y Anna Aparicio componen un relato para primeros lectores que realza la importancia del trabajo en equipo y de aprovechar aquellas virtudes individuales que hacen a cada persona especial.

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