Sueños pesados
Nadie supo nunca su nombre. Nadie supo jamás donde vivía. Nadie jamás conoció a sus padres o hermanos. Apareció un día en la ciudad, y después de algunos años, otro día desapareció. El día anterior a este, a primeras horas de la mañana, vino a despertarme a mi habitación.
-¿Qué os pasa? ¿Vuestro mal os atormenta más que otros días?
-¿Mi mal? ¿Vos creéis, como todos, que yo padezco algún mal?