Los reyes del horizonte
Hospital militar de Amiens,
16 de abril de 1917
Querida abuela:
Ante todo te mando un beso y un abrazo. He sabido que al enterarte de que me habían herido, te pusiste muy enferma. Por favor, abuela, recupera la salud, tranquilízate, mi herida no es grave. Me han quitado todos los impactos de obús que me hacían parecer un cacto y confían en no haber olvidado ninguno.