Los padres de Juana eran los señores del castillo de Ollares, pero un día su vida dio un giro inesperado cuando los vikingos lo asaltaron, y sometieron o mataron a sus habitantes. Juana creció oculta en Leira, una aldea cercana, cuidada por Valeria y su marido. Al cumplir los quince años, con el recuerdo de sus padres más vivo que nunca y espoleada por una adivina, decide acatar su destino. Con un poema y una canción como únicas armas se introduce en la fortaleza y se enfrenta al señor de la Brisamarina. La protagonista es el estandarte al que siguen arqueros y lanceros rebeldes, que no detienen su lucha hasta recuperar la fortaleza.
Los padres de Juana eran los señores del castillo de Ollares, pero un día su vida dio un giro inesperado cuando los vikingos lo asaltaron, y sometieron o mataron a sus habitantes. Juana creció oculta en Leira, una aldea cercana, cuidada por Valeria y su marido. Al cumplir los quince años, con el recuerdo de sus padres más vivo que nunca y espoleada por una adivina, decide acatar su destino. Con un poema y una canción como únicas armas se introduce en la fortaleza y se enfrenta al señor de la... Seguir leyendo
La rebelión de los arqueros
Juana apenas recordaba la cara de sus padres. Eso era lo más triste que le había ocurrido en la vida. Sin embargo, había deseado tantas veces verlos, que había soñado con ellos muchas noches. Cuando esto le ocurría, le quedaba, indeleble, una dulce impresión de bienestar que se repetía con sólo nombrarlos. Aquella tarde, plantada sobre un montículo cerca de Leira, la aldea donde había crecido desde los siete años, trataba de recrear sus facciones mientras espesas sombras avanzaban como olas sobre las colinas.