Mozart, el pequeño mago
Pocas veces en la historia ha existido alguien con el talento de Wolfgang Amadeus Mozart. Desde muy niño, él y su hermana Nannerl aprendieron música de la mano de su padre, Leopold.
A los tres años, Amadeus ya tocaba el clavicémbalo; a los cuatro, el violín, y a los cinco empezó a componer sus primeras partituras.
A los seis años, Amadeus viajaba por toda Europa: iba de un palacio a otro y dejaba estupefactos a príncipes y princesas, emperadores y emperatrices, obispos y cardenales. Todos se quedaban fascinados...