Una niña es encerrada en un saco y obligada a cantar para un hombre malo. Es un cuento popular para sentir un poquito de miedo y emoción. Muchos mayores lo recordarán con cierto estremecimiento, ya que hacía temblar en la oscuridad y pensar en la vocecita que salía del zurrón cantando su desgracia. Los divertidos dibujos de Roser Capdevila recogen con gracia las expresiones de los habitantes del pueblo y la maldad del hombre. El cuento, basado en el esquema del tres, mantiene la tensión hasta el final.Una niña es encerrada en un saco y obligada a cantar para un hombre malo. Es un cuento popular para sentir un poquito de miedo y emoción. Muchos mayores lo recordarán con cierto estremecimiento, ya que hacía temblar en la oscuridad y pensar en la vocecita que salía del zurrón cantando su desgracia. Los divertidos dibujos de Roser Capdevila recogen con gracia las expresiones de los habitantes del pueblo y la maldad del hombre. El cuento, basado en el esquema del tres, mantiene la tensión hasta el final.
La niña del zurrón
Esta era una niña muy guapa que todas las tardes, todas las tardes, su madre la mandaba a la fuente a por un botijo de agua. Un día, por su santo, le regalaron unos zapatos de charol.