Simpático cuento que a la vez que resalta la importancia de saber compartir, base de toda amistad, se ocupa de lo trascendente que supone, también, disfrutar de la propia soledad. A pesar de ser un libro para los pequeños –o quizás precisamente por ello–, el destacar esta doble faceta de la vida constituye un ejercicio pedagógico de gran relevancia. Cocodrilo, el protagonista, siempre quiere estar solo, pero los demás copian todas sus actividades. Hasta que descubre que, en realidad, compartir resulta una actividad muy hermosa. Simpático cuento que a la vez que resalta la importancia de saber compartir, base de toda amistad, se ocupa de lo trascendente que supone, también, disfrutar de la propia soledad. A pesar de ser un libro para los pequeños –o quizás precisamente por ello–, el destacar esta doble faceta de la vida constituye un ejercicio pedagógico de gran relevancia. Cocodrilo, el protagonista, siempre quiere estar solo, pero los demás copian todas sus actividades. Hasta que descubre que, en realidad, compartir resulta una actividad muy hermosa.

Los cocodrilos copiones

Cocodrilo siempre había vivido en la misma laguna, y le gustaba. Pero no le gustaba compartirla con los demás cocodrilos. Cada vez que se movía, se tropezaba con uno. Y cuando alguno se movía lo tropezaban a él.
–¡Estos cocodrilos siempre me empujan!– gritaba Cocodrilo.
–¡Y tú nos empujas a nosotros!– contestaban los demás cocodrilos.