Una historia que mezcla personajes clásicos del mundo literario infantil con otros ajenos a este: Frankenstein junto a Caperucita. El mundo literario y el audiovisual se unen en la suerte de programa televisivo que sirve de marco al desarrollo de la acción teatral. Una especie de ensalada humorística que descontextualiza a los personajes y los sitúa en el presente junto a otros ajenos por completo a sus obras de procedencia. Una composición para doce personajes en un único acto dividido en cinco escenas interrumpidas por cuatro anuncios. Una original propuesta en tono de parodia. Premio Lazarillo 1994.
Una historia que mezcla personajes clásicos del mundo literario infantil con otros ajenos a este: Frankenstein junto a Caperucita. El mundo literario y el audiovisual se unen en la suerte de programa televisivo que sirve de marco al desarrollo de la acción teatral. Una especie de ensalada humorística que descontextualiza a los personajes y los sitúa en el presente junto a otros ajenos por completo a sus obras de procedencia. Una composición para doce personajes en un único acto dividido en cinco escenas interrumpidas por cuatro anuncios. Una... Seguir leyendo
¡Te pillé, Caperucita!
El viejo narrador cruza el escenario y se detiene en medio. La iluminación es pobre y cálida. El anciano mira al público, haciéndose visera con la mano. Más que ver a los espectadores, los adivina, y se dirige a ellos. Habla pausadamente, en un tono cautivador. Sostiene entre sus manos un grueso libro donde están guardados todos los cuentos.
ANCIANO. -¡Ah, estáis ahí! ¡Bienvenidos! Me hallo aquí para contaros las historias más hermosas que jamás se hallan escrito.