Frases cortas; una estructura narrativa sencilla; finales anticipables, ocurrencias próximas en algunos casos al absurdo, en otras disparatadas e incluso algunas que parodian las convenciones sociales..., todo ello hace de este libro una lectura muy próxima al niño o niña que ya lee por cuanta propia. La presente edición recupera un conocido clásico brindando a cada historia una ilustración que enfatiza el tono jocoso, fanfarrón y afable de estos veintiocho minicuentos.
Frases cortas; una estructura narrativa sencilla; finales anticipables, ocurrencias próximas en algunos casos al absurdo, en otras disparatadas e incluso algunas que parodian las convenciones sociales..., todo ello hace de este libro una lectura muy próxima al niño o niña que ya lee por cuanta propia. La presente edición recupera un conocido clásico brindando a cada historia una ilustración que enfatiza el tono jocoso, fanfarrón y afable de estos veintiocho minicuentos.
28 historias para reírse
Érase una vez un niño tan alegre que nunca paraba de reír. Un día, mientras el niño daba un paseo con su abuelo, se puso a llover con fuerza. No llevaba ni abrigo ni paraguas, así que se cobijaron con más gente en el portal. La gente echaba pestes contra la lluvia, pero el niño sólo se reía. La lluvia caía desde el tejado hasta el sombrero del abuelo, donde se quedaba estancado como una sopera. Y, cuando el sombrero se llenó por completo, el agua se desbordó y se le vertió al niño por el cuello.