Toribio y el sombrero mágico
Toribio Pérez vivía en una gran ciudad, en un piso muy alto, muy alto, y cuando el lunes por la mañana encontró el sombrero encima de la mesa, se extrañó muchísimo.
“¿Quién lo habrá olvidado aquí?”, se preguntó.
Hacía tiempo que nadie venía a visitarle a su casa, aparte de su tía Carolina.
Pero ella nunca se quitaba el sombrero.
Además, este sombrero era mucho más bonito que los veintitrés sombreros lilas que tenía su tía Carolina. Pensándolo bien, sólo podía tratarse de un sombrero mágico.