Beltrán el erizo

Beltrán nació un luminoso día de mayo. En un prado salpicado de flores: margaritas, amapolas, jacintos... y cubierto de matorrales olorosos: tomillo, romero, cantueso, jara...
La señora Erizo se había tomado la molestia de construir una cómoda y segura casa de hojas, justo al pie de un espino albar. Fue allí donde tuvo a los trillizos.