Novela en la que unos espabilados –aunque también algo distraídos– duendes, Bisbita, Cabeza de Fuego y Sietepuntos, se ven obligados a buscar comida en un camping cercano a sus cuevas para pasar el invierno, que, por si fuera poco... ¡este año se ha adelantado! En una caravana encuentran alimentos suficientes, pero un duende albino, jefe de una pandilla de duendes malvados, se los roba. Sólo la sagacidad de los tres amiguitos podrá servirles para descubrir el escondite de los ladrones y recuperar su sustento invernal. Novela en la que unos espabilados –aunque también algo distraídos– duendes, Bisbita, Cabeza de Fuego y Sietepuntos, se ven obligados a buscar comida en un camping cercano a sus cuevas para pasar el invierno, que, por si fuera poco... ¡este año se ha adelantado! En una caravana encuentran alimentos suficientes, pero un duende albino, jefe de una pandilla de duendes malvados, se los roba. Sólo la sagacidad de los tres amiguitos podrá servirles para descubrir el escondite de los ladrones y recuperar su sustento invernal.

No hay galletas para los duendes

Un invierno húmedo y frío entró en la cueva de Bisbita y la despertó. El viento hundió sus dedos gélidos en las hojas y plumas bajo las que Bisbita se había acurrucado confortablemente y las dispersó. Bisbita se incorporó adormilada y bostezó profusamente. Después sus ojos somnolientos atisbaron hacia afuera parpadeando. Su cueva estaba situada muy arriba en un viejo roble, y en invierno oteaba desde allí el bosque hasta muy lejos, entre los árboles desnudos. Pero aún no había llegado el invierno.