Esta novela de aventuras combina las historias de piratas con interesantes muestras de la vida cotidiana de un pueblo pesquero en la Vizcaya del siglo XVI: búsquedas de tesoros, ataques de los corsarios ingleses bajo el mando de sir Drake, la defensa costera de los pueblos del norte de España, los arriesgado oficios de la pesca del bacalao y la captura de ballenas, las supersticiones populares, la censura ideológica de la monarquía y de la Iglesia, los contactos con el protestantismo transpirenaico, el miedo a la Inquisición y la pervivencia de la religiosidad precristiana. Esta novela de aventuras combina las historias de piratas con interesantes muestras de la vida cotidiana de un pueblo pesquero en la Vizcaya del siglo XVI: búsquedas de tesoros, ataques de los corsarios ingleses bajo el mando de sir Drake, la defensa costera de los pueblos del norte de España, los arriesgado oficios de la pesca del bacalao y la captura de ballenas, las supersticiones populares, la censura ideológica de la monarquía y de la Iglesia, los contactos con el protestantismo transpirenaico, el miedo a la Inquisición y la pervivencia de la religiosidad precristiana.

El tesoro de la isla de Ízaro

En cuanto las naves fueron avistadas a larga distancia por los atalayadores, sonaron las campanas y se enviaron emisarios a todos los pueblos de los alrededores para que vinieran en socorro de la villa pesquera. Toda la noche hubo hogueras encendidas en los faros y atalayas de la costa, y las campanas no dejaron de repicar avisando del peligro que se avecinaba. La villa de Bermeo, muy despoblada de hombres en esos momentos por las numerosas gestas guerreras habidas a lo largo de todo el siglo XVI, estaba temerosa.