El vuelo de las cigüeñas
«Como el sastre que se sirve de la aguja para empalmar trozos de tela, yo me he servido de la espada para reunir mis provincias desunidas». Así resume Al-Hakam, emir de Al-Ándalus, el tiempo de su gobierno a mediados del siglo IX.
Al-Ándalus, el reino musulmán en España, no fue nunca homogéneo. No lo era en su población, compuesta por la gran masa de hombres y mujeres hispano-godos (convertidos o no al islamismo), los descendientes de árabes y sirios de la primera invasión (clanes diferentes y, en ocasiones, enemigos) y los bereberes, casi todos emigrantes venidos del norte de África que poblaron la zona de la meseta.