El chamán de la tribu
Sucedió al anochecer, cuando el sol estaba a punto de ocultarse, en el momento en que el cielo se tiñe de naranja, cuando la luz del día y la oscuridad de la noche se juntan y los dioses se disponen a enviar sus mensajes. De pronto, como fulminado por un rayo, el búho que siempre revoloteaba por la aldea cayó muerto en medio del poblado. Se trataba de un campamento levantado en un claro de la selva y formado por una treintena de chozas, por lo que la noticia no tardó en llegar a oídos de unos y otros.