Un delicioso cuento sobre la belleza de las cosas sencillas que nos despierta el deseo de seguir contando historias a los más pequeños. Un cuento al amor de la lumbre sobre las fantasías de la naturaleza y en el que cada mañana un ciempiés, en un claro del bosque, deleita a todos los insectos con un hermoso baile. Un día el ciempiés descubre que no sabe cómo empieza su danza. La cuestión le paraliza y sólo cuando en sueños vuelve a danzar, descubre que hay preguntas que no merece la pena contestar si coartan la hermosura.Un delicioso cuento sobre la belleza de las cosas sencillas que nos despierta el deseo de seguir contando historias a los más pequeños. Un cuento al amor de la lumbre sobre las fantasías de la naturaleza y en el que cada mañana un ciempiés, en un claro del bosque, deleita a todos los insectos con un hermoso baile. Un día el ciempiés descubre que no sabe cómo empieza su danza. La cuestión le paraliza y sólo cuando en sueños vuelve a danzar, descubre que hay preguntas que no merece la pena contestar si coartan la hermosura.
El baile del Ciempiés
El sol de verano salió grande y enorme sobre el bosque. Sus primeros rayos, como siempre, dieron justo en un pequeño claro que había entre un grupo de robles. Para los humanos, parecía sólo un pedacito de tierra y hierba, pero para los habitantes más pequeños del bosque era algo muy importante. Algo especial, bueno, aunque no por cómo era, sino por lo que allí pasaba todas las mañanas.