Este álbum se presenta como una propuesta de juego a través de las distintas solapas que hay en cada página; el niño deberá ir levantando cada una para avanzar en el desarrollo de la historia. La obra, escrita con un estilo directo, hace que el lector se convierta en el protagonista principal: debe encontrar los pasadizos secretos que hay en el castillo hasta llegar a la cámara donde se encuentra el rey. El tono de humor de la obra está presente tanto en las cómicas ilustraciones como en el inesperado final.
Este álbum se presenta como una propuesta de juego a través de las distintas solapas que hay en cada página; el niño deberá ir levantando cada una para avanzar en el desarrollo de la historia. La obra, escrita con un estilo directo, hace que el lector se convierta en el protagonista principal: debe encontrar los pasadizos secretos que hay en el castillo hasta llegar a la cámara donde se encuentra el rey. El tono de humor de la obra está presente tanto en las cómicas ilustraciones como en el inesperado final.
El rey está ocupado
Diez, cien, mil veces, has venido al castillo para decirle al rey lo que no va bien.
Diez, cien, mil veces, los guardas te han echado.
«El rey está ocupado. Vuelve otro día.»
¡Ya está bien, se acabó! Quieres ver al rey y nada te lo impedirá.